Por el Dr. Chris Ecob,

Director comercial global filtración molecular, Grupo Camfil

La principal organización responsable de catalogar las sustancias químicas, el Registro CAS (Chemi- cal Abstract Service), posee más de 73 millones de sustancias químicas exclusivas en su base de datos y está añadiendo nuevos elementos a un ritmo de 15.000 al día. Estos son los retos y las oportunidades de la Filtración Molecular.

Muchas de estas sustancias químicas no han existido previamente en la naturaleza y las ha creado el hombre en la era industrial. Algunas sustancias químicas sólo existen como gases en el aire.

Sin embargo, todas las sustancias químicas, incluidas las que normalmente son líquidas o sólidas, tienen en distintos grados la capacidad de evaporarse y de ser transportadas en el aire en su forma molecular. Por consiguiente, es un hecho irrefutable que en todo el plantea haya más sustancias químicas en el aire que antes.

Clasificación de las moléculas por su impacto

Las moléculas transportadas por el aire se pueden clasificar según su impacto en los seres humanos y en nuestro mundo. El impacto de los olores quizás es el más obvio. Las células receptoras en la nariz y el cerebro humano son capaces de detectar y distinguir muchos tipos de olores distintos.

Algunas moléculas se clasifican como irritantes. Además de crear una respuesta olfativa, estimulan una reacción involuntaria y negativa en el cuerpo. El ejemplo clásico de ello es la activación de los conductos lagrimales al cortar cebolla.

En casos extremos, las moléculas transportadas por el aire pueden ser tóxicas, o incluso letales si se respira una concentración determinada. Las moléculas son muy pequeñas y móviles. Una vez que acceden a la nariz o la boca, pueden transportarse fácilmente a través del sistema respiratorio, pasar a través de los pulmones y ser transportadas con el torrente sanguíneo a todas las partes del cuerpo. Por este mismo motivo, los agentes de las armas químicas se presentan en forma molecular, en lugar de partículas.

La cuarta categoría es la de los agentes corrosivos y su impacto no se produce en el cuerpo humano. En lugar de ello, son responsables del fallo de equipos electrónicos delicados y de la disminución del rendimiento en los procesos de fabricación.

Experiencia y recursos de Camfil

Camfil lleva 50 años produciendo soluciones de filtración molecular efectivas que acaban con los problemas de los clientes y mejoran el bienestar humano. Entre ellas se incluyen aplicaciones diversas y fundamentales para la generación de energía nuclear, el enriquecimiento de uranio, los aeropuertos, la conservación del patrimonio cultural, la eliminación de residuos, la destrucción de armas químicas y el sector del petróleo y el gas.

Con el surgimiento de tantas sustancias químicas nuevas en nuestro mundo y las inevitables sensibilidades que producen, aparecen nuevas y emocionantes oportunidades para la filtración molecular.

Camfil dirige el laboratorio de pruebas de filtración molecular líder en el sector, situado en el Centro Técnico de Trosa, Suecia. En esta exclusiva instalación, se pueden poner a prueba los filtros moleculares y los medios de filtración con una gran variedad de moléculas en condiciones reales y se supervisa su rendimiento mediante detectores de gas extremadamente sensibles.

Camfil dispone de los equipos y del personal adecuado para responder a los retos futuros en la filtración molecular.

Los estudios demuestran el impacto en la salud

A pesar del carácter dinámico del negocio de la filtración molecular, ya se conoce una de las mayores oportunidades en términos de salud humana. La presencia de moléculas transportadas por el aire y su impacto negativo en la salud es un hecho ampliamente reconocido. Se publican con frecuencia nuevos estudios científicos que demuestran esta relación.

Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Comité Europeo de Normalización (CEN) han publicado directrices sobre los niveles de exposición a los contaminantes transportados por aire y los métodos para mitigarlos.  De hecho, la norma europea EN 13779 hace referencia al uso de filtros de gas (molecular) para lograr los más altos niveles de calidad del aire en interio- res en edificios de ciudades con contaminación.

Eliminación de tres gases perjudiciales

Los efectos negativos en la salud de la exposición prolongada a la contaminación de partículas han sido documentados en los últimos años y los filtros de aire de partículas, como los de la serie Hi-FloTM de Camfil, eliminan con eficacia las partículas contaminantes más dañinas en los sistemas de ventilación para mejorar la calidad del aire en el interior de los edificios. Sin embargo, actualmente se está prestando una especial atención a tres gases en concreto: el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono (O3) y el dióxido de azufre (SO2).

Estos gases son conocidos por estar presentes en el medio ambiente y por su comportamiento irritante en el sistema respiratorio humano, lo que produce efectos negativos en la salud y tiene un impacto a corto plazo en el rendimiento en el trabajo. Wyon y Wargocki señalan que las personas constituyen los activos más importantes en un edificio y que los ingenieros de HVAC exponen que el valor del control térmico y de la calidad del aire en un edificio comercial superan hasta 100 veces su coste económico por los efectos positivos en el rendimiento de los ocupantes.

También mencionan que cuando la calidad del aire es deficiente, los estudios han demostrado que la reducción en la productividad de los trabajadores se debe a la presencia de gases, no de partículas. Por ejemplo, un estudio realizado por Wargocki determinó que los efectos a corto plazo de la calidad del aire deficiente en el rendimiento del trabajo escolar permanecían tras eliminar el polvo transportado en el aire, por lo que los efectos negativos se atribuían a los contaminantes del aire en fase de gas. Los dos investigadores afirman que los contaminantes en fase de gas en interiores constituyen un mecanis- mo subyacente que debe investigarse más en profundidad.

Soluciones disponibles

Existe una solución de filtración molecular efectiva y probada para los tres gases mencionados anteriormente. Se podrían eliminar prácticamente del entorno interior y millones de personas de todo el mundo en edificios de centros urbanos se beneficiarían de los efectos positivos en la salud mediante la aplicación de la filtración molecular.

Para los propietarios de edificios y sus ocupantes constituye una inversión con recompensas. Los recursos humanos constituyen el principal activo de la mayoría de empresas y numerosos estudios confirman que una calidad del aire mejorada en interiores se traducirá en una mayor productividad y en un menor absentismo.

Por lo tanto, quizás el mayor reto sea informar a los gobiernos y a los organismos normativos y de consulta de que ya se encuentran disponibles soluciones efectivas, asequibles y fáciles de implementar para los problemas negativos en la salud asociados al dióxido de nitrógeno y el ozono